La historia que os vamos a contar ocurrió en el restaurante cántabro La Coteruca situado en Gandarilla (San Vicente de la Barquera). No hay rótulo en la fachada, simplemente unas barricas. En el interior el ambiente que gusta, lugareños con su vino y disfrutando de la vida. El lugar es acogedor, tradicional, sin lujos, pero con una decoración exquisita. Es decir, ninguna. Solo lo que hay, es como si estuviese en tu casa comiendo.

La carta pues mejor que te lo digan allí, pero destacan sus carnes tudancas de ganadería propia. Puedes elegir lo que quieras: menú por 10 euros, raciones o carnes. Lo que se hizo fue una mezcla de menú y carne. Alubias rojas del menú como primer plato y chuletón de un kilo para dos. Eso es lo perfecto para darte un buen homenaje acompañado de vino con casera.

Las alubias fueron servidas en un sopera de metal. Vamos, que tienes barra libre de legumbres. Cuatro fueron las personas que comieron de ese recipiente. Algunos repitieron plato y aún quedaban alubias. Un punto a favor que tiene el restaurante es que te ofrecen guindillas para acompañarlas.

Tras el primer asalto y con unos estómagos bastante acomodados, llegó la carne. Gran chuletón y con una calidad suprema. Tierna, natural, sabor perfecto e intenso. Esas son varias de las premisas principales de la carne en Gandarilla. Cada bocado era equivalente al placer. Placer de comer una carne que no puedes encontrar en muchos sitios y que cada vez está siendo más difícil de consumir. También fueron importantes las patatas como guarnición. Patatas de toda la vida, de esas que ahora llaman ecológicas y con un corte casero que se echa de menos en la gastronomía tradicional.

Tras acabar el chuletón y con “una panzada” considerable, hubo sitio para el postre. En un pueblo no puedes negarte a degustar sus postres caseros. No podíamos irnos sin probar el arroz con leche del cual cada día somos más amantes y si es como el de este restaurante, más todavía. Dulce, profundo, espeso y con el toque perfecto de calidad. Un final perfecto para una comida perfecta. De esas que se echan de menos y que no puedes encontrar la ciudad.

Gandarilla merece la pena por sus vistas, por ser esa Cantabria casi virgen. Pero también por su gastronomía en La Coteruca. Productos de calidad y cocina tradicional a un precio más que competitivo. Así da gusto comer. Repetiremos.

Ficha técnica:

Nombre: La Coteruca

Localidad: Gandarilla

Especialidades: carnes, alubias o cocido

Precio: menú 10 euros y carta 20-25