Hoy LVDSDA vuelve a la capital de España, a Madrid. Y os traemos uno de los mejores restaurantes italianos de la ciudad: Lucca. A pesar de que pertenece al Grupo Vips no tiene nada que ver con otros locales del grupo empresarial. Alta cocina italiana con pinceladas de autor en la calle Ortega y Gasset (Barrio Salamanca).
El local es bastante grande y desde que entras por la puerta notas que hay categoría. También destaca su división: la pizzería y el restaurante. Dos públicos diferentes, una decoración más informal y otra más seria.
Si acudes a la hora de comer tienes la opción de pedir un lunch. Lo que es un menú del día de toda la vida. Pero nosotros optamos por elegir varias cosas para picar y posteriormente un plato principal por comensal.
El primer plato que llegó al centro fueron los calamares y calabacín crujientes. No fue un buen comienzo, ya que era una imitación mala a las rabas cántabras. También hay que añadir que la salsa de tomate no pegaba mucho, pero suponemos que a los madrileños si les guste ese plato. A nosotros como hombres de mar, no y eso que se esperaba otra cosa. Algo más apetecible.
Posteriormente llegó un carpaccio de solomillo que hizo que olvidásemos los calamares. Producto fresco y de alta gama. Se notaba que era buena carne con un sabor auténtico y delicioso, nada fuerte que era lo que se podía esperar. También destacó los toques de trufa y parmesano que conjugándose con la carne convirtieron el bocado en algo casi adictivo.
Pero ahí no quedó la cosa. La comida siguió aumentando dos nivel con los dos platos principales que pudimos catar. Primero los ravioli rellenos de ternera lechal y acompañados por una salsa de boletus. El plato bien presentado, muy fino. La pasta fresca eran cuatro pedazos de considerable tamaño más que suficientes. El sabor fue muy intenso y la fusión de lechal con las espinaca, perfecta. Algo bien complementado y acertado. Pero el elemento que puso el toque de distinción a esta pasta rellena fue la salsa. Perfectamente ligada con un toque de vino, creemos, y con sabor a boletus recién recogidos. Increíble y con ganas de más nos dejó este plato.
El segundo principal que se cató fue el steak tartar tradicional. ¡Y que steak tartar! Carne fresca sabor intenso, auténtico y un pedazo de toque picante/picoso que marcó la diferencia. Poco más que decir sobre esta carne cruda que esta de moda y que realmente mereció la pena. Con éstos aspectos destacados deberían bastar para recomendaros el tartar. Pocas palabras y contundentes son las que se pueden decir de este manjar.
Y para finalizar no pudo faltar un postre. Como buenos amantes del chocolate la victima fue la pasión de chocolate gianduja con helado de chocolate blanco. Estamos acostumbrados a Sucré y su gianduja, pero ésta no estuvo nada mal y la incorporación del helado fue todo un acierto. Buen fin de comida que fue de menos a más.
Lucca Madrid gusta por su alta cocina italiana en una comida que fue de menos a más y dónde destacaron las tres carnes que se probaron: la del carpaccio, la del steak tartar y la de los ravioli. El aspecto negativo que no es un lugar económico para ir a la carta, pero tiene menús que se adaptan a cualquier bolsillo.