Hacía mucho que no se hablaba de una de las raciones más típicas y deliciosas de Cantabria: las rabas. Pues bien, hoy os traemos una nueva entrada cuyo principal y único motivo es este manjar proveniente de las aguas del cantábrico. Sí, de esas que han ocupado las portadas de los telediarios hace un par de semanas.

Hoy os presentamos uno los locales más emblemáticos de Santander y que mejor ejecuta las rabas: restaurante-cafetería Lisboa. Situado en los bajos del Casino, tiene una ambientación sobria, de restaurante. Nada de lujos, de lo más normal y corriente. Algo anticuado, pero con esencia y acogedor. Aún sin ser de los mejores restaurantes de la capital montañesa se come de manera espectacular y destacan sus menús de fin de semana. Unas composiciones que mezclan el buen producto y el precio competitivo. Pero esto solo pasa en ese menú, el resto de productos de picoteo y platos de la carta tienen un precio diferente.

Uno de los puntos fuertes que tiene el Lisboa es el aperitivo del mediodía cuyo tema principal son las rabas. Un alimento de gran calidad y que cuenta con aspectos positivos casi en su totalidad. Eso sí, en lo que se refiere al producto y su sabor a mar. Éste ultimo elemento sumado a la frescura dan como resultado la calidad en su máxima ecuación. Son unas rabas que también contienen un rebozado perfecto, de ese que se comería solo. Ya sabéis de ese que gusta pasar el dedo por las migas y no vayáis de finos. Y el calamar/magano no se queda corto, es de muy alta calidad y con ese toque dulce que proviene de la gaseosa/La Casera. Cada raba que se mete en la boca te pide que repitas la acción. Definitivamente algo espectacular. Pero como no todo es perfecto también hay aspectos negativos. En este caso es el precio, ya que la media ración está a seis euros y la entera a diez. También el tamaño no es el perfecto, pero realmente merece la pena.

Así que si están por El Sardinero y quieren rabas, acudan al Lisboa. No se arrepentirán. Palabra de Las Ventajas de Ser de Aquí.