En Las Ventajas de Ser de Aquí trabajamos para acercar a la gente todo lo relacionado con la gastronomía de Cantabria, bien en forma de críticas de locales o también presentando productos de la tierra, pero también hemos querido presentar locales de otros lugares de España, como es el caso de Madrid.
En esta ocasión nos hemos desplazado a Valladolid, una ciudad que cuenta con una cantidad considerable de cántabros, estudiantes en su mayoría, y que resulta un gran destino a la hora de satisfacer el paladar.
En Valladolid, sabedores de su amplio abanico gastronómico y de la proliferación del consumo de tapas y pinchos, hace tiempo que desarrollaron la iniciativa ‘Jueves de Tapas’, en la que colaboran numerosos bares y restaurantes ofreciendo varias tapas acompañadas de una bebida al precio de 2,20 euros.
Para inaugurar la experiencia en esta iniciativa se acudió a uno de los restaurantes más emblemáticos de la capital del Pisuerga, El Caballo de Troya, cuya tapa por excelencia es el risotto de lechazo. El nombre de la tapa caló muy hondo y se pidió el risotto con mucha curiosidad, ya que a pesar de ser aficionado al arroz y al lechazo, una simbiosis entre ambos elementos resultaba algo complicada.
Al recibir la tapa es necesario resaltar que el aspecto inspiraba confianza e invitaba a probarla y al degustarlo por primera vez el paladar quedo maravillado ante esta obra de arte de reducido tamaño. El arroz estaba en su punto y cremoso, y el sabor a lechazo era muy intenso, una delicia.
La primera experiencia en las tapas de Valladolid se ha saldado con un sobresaliente. Todas las ciudades deberían popularizar las tapas a precios reducidos ya que es bueno tanto para el hostelero como para el consumidor.