Tapas, pinchos, montaditos, pepitos, raciones. Cualquier bar que se precie ofrece una amplia variedad de este tipo de alimentos que cada vez presentan una mayor demanda por los consumidores. Hay versiones clásicas que nunca falla como el pincho de tortilla o el sándwich mixto, entre otros. Muchos locales además de contar con estas variantes, buscan marcar la diferencia innovando en este tipo de cocina.
La cocina en miniatura cada vez es más popular entre la gente que consume pinchos con cierta asiduidad, de hecho cada vez es más común encontrarnos versiones mini de platos muy conocidos que son ofrecidas a modo de tapa. El lugar al que acudimos fue La Tasca, un local del que hablamos muy bien en su día y que volvió a cumplir con las expectativas.
La variedad de pinchos en La Tasca es amplia, pero la decisión no se demoró demasiado, se eligieron dos pinchos que destacaban por cosas opuestas, uno por lo clásico y el otro por lo innovador. La primera elección fue un pincho de tortilla, cuyo color dorado fue el detonante para decantarse por él. El segundo pincho que se pidió también tenía un aspecto formidable, era una minihamburguesa que parecía muy completa.
El sabor de ambos pinchos no sólo cumplió con lo esperado, sino que además lo superó, especialmente la minihamburguesa, que a pesar de su tamaño, tenía queso y cebolla caramelizada, y la carne estaba en su punto, haciendo que ese bocado resultase delicioso. La tortilla estaba perfectamente cocinada y se podía apreciar el sabor de todos los ingredientes, algo de agradecer ya que en algunos locales la tortilla tiene más sabor a aceite o lo que la complementa que el propio sabor del huevo y la patata.
La Tasca, un bar perfecto para tomar algo tras un paseo por El Sardinero, ya que está situada en los bajos del estadio. También es una buena elección los días de partido, ya que a la amplia variedad de productos se les une el ambiente que hay, tanto dentro del bar como en la terraza.