La cocina tradicional ha funcionado, funciona y funcionará, eso no lo duda nadie. A pesar del auge de la cocina vanguardista o de autor, los locales que se mantienen fieles a los sabores tradicionales siguen siendo una gran opción a la hora de salir a comer fuera de casa. No obstante, hay un tipo de cocina que combina perfectamente la vanguardia con los sabores tradicionales: los pinchos.

Este tipo de cocina ofrece la posibilidad de adaptarse a las necesidades de una población que cada vez vive más atada a horarios y apenas tiene tiempo para comer en condiciones. Los pinchos suponen una oportunidad para degustar auténticos manjares en un tiempo reducido, ya que su tamaño hace que no se tarde mucho en consumirlos.

Cantabria es anfitriona en locales en los que los pinchos son su seña de identidad, y en esta ocasión, presentamos los de Casa Lita, un local situado al final del Paseo de Pereda de Santander. Es un lugar en el que las tapas copan todo el espacio de una barra en la que elegir el pincho que resulta más apetitoso puede ser una ardua tarea, ya que se presentan auténticas exquisiteces.

Dos paseos por la barra terminaron con las dudas. La elección no fue fácil, pero poco tiempo después se comprobó que había resultado ser todo un éxito: tosta de morcilla gratinada y brocheta de pollo y langostino al curry.

El primer bocado fue suficiente para darse cuenta de que estábamos ante un manjar. La morcilla era muy suave, parecía más un revuelto, y el toque del queso ligaba perfectamente, creando una sensación en el paladar que hizo que el pincho pareciese más pequeño de lo que realmente era. En el caso de la brocheta, el detalle que mostró la calidad del producto fue el perfecto estado en el que se presentaba tanto el pollo como el langostino, con una ligera capa de salsa de curry que era toda una sinfonía de sabores perfectamente armonizada.

La visita a Casa Lita resulta aún más placentera si tenemos en cuenta el lugar en el que está situado, el Paseo de Pereda de la capital cántabra. Un gran local que recomendamos a todos nuestros lectores. Ir a Casa Lita a degustar pinchos, es ir a disfrutar.