Se pretendía ir al Umma a comprobar si su gastronomía era tan buena como se oía en las calles. Pero la misión fracasó. El éxito tiene un precio y se pagó. Ir un viernes noche a una restaurante de moda sin reserva es arriesgarse mucho. Así que no hubo posibilidad de cenar allí y media vuelta. Posteriormente se pasó por La Malinche y Arrabal 11 para senitr lo mismo. Sitios abarrotados y en los que era imposible conseguir una mesa. Así que se decidió ir a un italiano, La Taglietella. Franquicia de comida del país de la bota, pero de mucha calidad. Si hay que ser sincero, años atrás se acudió en Valladolid a uno de estos establecimientos y gustó mucho. Pero con el paso del tiempo ha habido un lavado de cara y la calidad-precio ha aumentado. La decoración del lugar te transporta a tiempos pasados. Es antigua y no muy italiana. Es una decoración muy cuidada, sobria y pulcra. Aunque tiene un defecto y es que hay varias mesas en frente de la barra, dónde pasa todo el mundo y eso es un poco desagradable . Se tuvo la fortuna de encontrar un sitio que no fuese ese.
Pero como ustedes quieren leer sobre comida, a ello vamos. La carta es extensa con risottos, ensaladas, antipastos y variedades extensas de pastas y pizzas. Según te sientas en la mesa el camarero te dice si quieres pan Tagliettella. Este “pan” es una focaccia genovesa de tres variedades. Unade tomate y albahaca, otra de aceitunas y un última de cebolla. Es un excelente producto que te transporta al norte del país transalpino. Conocedores de que los platos son de un tamaño considerable, se encargó una pasta y una pizza. Se pretendía ordenar platos italianos, pero diferentes. Nada de la clásica cuatro quesos o la pasta bolognesa. Así que primero se eligieron unos pappardelle al pepe nero acompañados de una pasta calabrese. Ésta «salsa» está compuesta por cantidad de césped/verdura. Pero delicioso y apto para carnívoros. La composición era de tomate confitado, albahaca, ajo, cebolla balsámica y piñones tostados. Todo ello acompañado por una generosa cantidad de queso Grana Padano.
¡Qué delicia! Como se complementaron los ingredientes entre ellos y, más aún, con la pimienta negra de la pasta. Y la cantidad muy abundante, perfecta para compartir. En el sabor hubo un gran punto a favor y es que se notó que los ingredientes eran frescos y de calidad.
Con los estómagos registrando más de media entrada, llegó la pizza. Se pidió una Di Foie. A parte de este derivado del pato, al manjar italiano le acompañaba tomate natural, jamón de pato y taleggio. Decir que este último ingrediente es un queso italiano muy rico y no tan conocido como el provollone o gorgonzola. Una delicia que liga perfectamente con cualquier tipo de pizza. El tamaño de ésta era exagerado y el producto muy, pero que muy sabroso y profundo. También, tuvo un gran punto a favor y es que no empalagaba. Fue una sensación extraña comer una pizza así de gourmet y diferente. Acertada selección. Tras no poder con ella y dejar los dos últimos trozos no se pudo hacer ascos a un postre para compartir. El broche de oro fue una crepe di gelato. Es decir rellena de helado de vainilla y decorado con sirope de chocolate. No tuvo mucha historia el dulce, únicamente que lo hecho al momento se agradeció.
Fin de la cena y la calidad se pagó. Agradable noche de viernes en una franquicia ue ha apostado por la calidad. Y por este motivo se repetirá.
Ficha Técnica:
Nombre: La Tagliatella.
Dirección: Plaza Remedios, 1
Localidad: Santander.
Especialidades: Antipasto, pizzas, pastas.
Precio: 20€/persona.
La tagliatella no defrauda amigo, sabia eleccion!
bueno cronica y que ganas de volver a comer esa pizza
Preparan la pizza para llevar?