¡Volvemos! Y lo hacemos con muchas ganas y un nuevo concepto en Las Ventajas de Ser de Aquí. Ahora buscaremos resolver vuestras dudas de manera rápida y contundente. Por ello, mostraremos fotos de la comida, un breve comentario de cada plato y un veredicto final.
Nuestra vuelta no podría ser de otra manera y tenía que hablar de un restaurante que desde que abrió lo está petando. Hablo del Cadelo con Nacho Laherrán y mi gran amigo Edu Ruigómez en pleno Río de la Pila de Santander.
Así que puestos en situación, llegamos al Cadelo para cenar en modo sorpresa frustrada. La carta es corta y concisa y eso se agradece, ya que cada plato de la carta es digno de admiración:
El primer plato que aterrizó en la mesa fueron las famosa gambas a la sal con una vinagreta de tomate y Eneldo ¿El problema? Que tenía tantas ganas del Cadelo que se me olvidó hacer la foto de uno de los platos estrellas del lugar.
Lo siguiente que pedimos fueron unas croquetas de queso de oveja con un rebozado perfecto y un sabor a queso para los amantes del fuerte y suave. Las croquetas de 10 y si un restaurante tiene croquetas de 10 es de fiar.
El homenaje al paladar continuó con el pulpo con patata violeta y manzana verde. Cocción perfecta y la mezcla con la patata y manzana, más aún. Y lo dice uno que no es muy fanático de la verdura con pescados ni carne. Pero en el Cadelo son capaces de quitarme las manías.
La recta final llegó con dos platos sublimes, aunque uno de ellos con un defecto que perdono. Hablo del lomo de vaca con su ensaladita de rúcula y pimiento asado. La calidad de los ingredientes suprema y su sabor, también. Y el defecto, ¿dónde estaba entonces? Pues en la sal, yo hubiera echado menos, pero como digo se lo perdono.
Y el final, final de verdad. Fue apoteósico. Esas alitas picantes a lo coreano me volvieron a enamorar. Ese picante delicioso con ese toque dulce engancha. Y por ello no tuvimos otra opción que repetir y encima las quiero tanto a esas alitas que tuve que fotografiarme con ellas. Cual fan.
Y de postre el Ferrari. ¿Qué es el Ferrari? Pues una de las mejores tartas de queso del mundo mundial: Tarta Pasiega de Queso de las Garmillas. Y si no lo crees, acude al Cadelo y compruébalo.
En definitiva, ¿qué puedo decir de esta nueva visita al Cadelo? Que no falla y que no me extraña para nada su éxito. Eso sí, para cenar de fin de semana os recomiendo llamar el martes, ya que si no os quedáis sin sitio. El Cadelo, pequeño y matón
Muy buen reportaje, muchas gracias